Este no pretende ser un artículo para ilustrar sobre el estilo nórdico, que tan de moda está. De hecho, solo con poner esas dos palabras en Google tendrás una lista interminable de tiendas y blogs especializados (unos más que otros) en el tema. Por no decir imágenes. Cientos de fotos de casas donde imperan los tonos neutros y el blanco es el rey indiscutible. Ventanas desnudas que no impiden la entrada de la luz, tan escasa en los meses de invierno por esas latitudes.
Espacios diáfanos, nada sobrecargados, que incluso a veces resultan austeros; pero bien aprovechados y atractivos. Y ese es el quid de la cuestión. Cómo con poco se consigue “llenar” una estancia. Y entrecomillamos llenar porque precisamente esa sería la palabra que mejor definiría el modo de abordar la decoración de su casa de cualquier familia media española, hace un par de décadas. Estancias abigarradas de muebles, que se complementaban con las cortinas, cojines, la colcha…todo a juego.
Y entonces llegó IKEA. No podemos afirmar que el cambio lo haya generado la multinacional sueca, pero sí que fueron un soplo de aire fresco en un sector demasiado tradicional. En estos últimos veinte años nos han dado otro punto de vista a la hora de decorar nuestra casa. Ya no vamos a amueblar el salón, amueblar el dormitorio… Ahora valoramos mucho más el diseño, hemos conseguido desprendernos del “todo a juego” y damos más valor a piezas de manera individual, según las necesidades que tengamos.
Por supuesto hay vida más allá de IKEA. Afortunadamente contamos con multitud de firmas que han sabido innovar y que ofrecen diseño para todos los gustos (y bolsillos). Pero siempre con un ojo puesto en lo que se hace en los países del norte europeo. Y es que el diseño escandinavo no es una tendencia pasajera más. Ha venido para quedarse. Y nosotros lo aplaudimos.
Porque no somos amantes de las tendencias, pero sí de los buenos diseños que nos hagan nuestra casa más cómoda, más ligera, más habitable, más bella…
Y porque también amamos la luz. Como dice Alberto Campo Baeza: “La luz es el material más lujoso que hay, pero como es gratis, no lo valoramos”. Y de eso también saben mucho los nórdicos. En algún viaje nos sorprendió el gusto que tienen en países como Suecia o Noruega por las terrazas y balcones. Siempre bien cuidados y perfectamente acondicionados para su aprovechamiento, incluso los más pequeños. E incluso en los meses más fríos.
Llegas a España, con un clima mucho más benévolo, con más sol, temperaturas más elevadas y cuesta entender la cantidad de balcones y terrazas mal cuidados, en ocasiones vacíos o poco acondicionados para su uso y no pocas veces utilizados como trasteros al aire libre. Por suerte eso también está cambiando.
Son estos detalles los que dan respuesta a la pregunta inicial, ¿qué tienen el diseño y la decoración escandinavos que tanto nos gustan?
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Fotos vía: Stadshem (Suecia)