La vivienda de Tania y Elías era pequeña y con muchas divisiones. El nacimiento de un nuevo miembro de la familia los animó a reformarla para ganar espacio y modernizarla.
Gracias a la apertura de espacios, conseguimos dar amplitud a la cocina y salón, que comunicamos por medio de una elegante mampara de madera lacada en negro. El mobiliario de la cocina hecho a medida, se lacó en blanco. El suelo, de baldosa hidráulica con dibujo geométrico, creó un contraste que aportó mucha personalidad a esta estancia.
También pudimos crear dormitorios independientes para cada uno de los hijos. Se prestó especial atención a la optimización de armarios y almacenaje. La carpintería de toda la casa también se lacó en blanco para aumentar la sensación de amplitud, así como la luminosidad, a lo que también contribuyó la tarima de Faus elegida para toda la vivienda.