Marina y Javier querían una vivienda rústica pero con un toque personal. Teníamos que crear un hogar para toda la familia en pocos metros y con un terreno en pendiente.
La mampostería de piedra de Santiago, los recercados en granito y la carpintería interior en madera crearon la vivienda rústica solicitada.
En su interior, la cocina abierta al salón aportó ligereza y modernidad. Y el espacio se aprovechó al máximo con un buen diseño de armarios hasta en las caídas de la cubierta.