Partíamos con un diseño tradicional. Pero escuchamos las inquietudes de Cristina y Gabriel y fuimos dando forma a sus deseos.
Algunos de esos cambios fueron la colocación de mampostería en una zona de la fachada o el cambio de color teja a color antracita, que confirieron a la vivienda un cambio radical, más acorde con los gustos de la pareja. Para el interior buscaban un aspecto más moderno y elegante que se alcanzó gracias a los suelos con tarima y carpintería en wengué, blanco roto en las paredes y con bonitos papeles pintados en la zona de escalera, entrada y dormitorio.
Pero sobre todo, con la doble altura de cocina y salón, que las hace la zona más espectacular de la vivienda.