Pablo e Irene tienen una vivienda preciosa, pero para mejorarla, contaban con un patio interior desaprovechado al que querían dar nueva vida. Por eso, acudieron a nosotros aconsejados por otros clientes de ACASA.
El patio, situado justo en el centro del piso, tenía la ubicación perfecta para convertirlo en uno de los centros neurálgicos de la casa, uniendo las estancias anexas y aportando mucho espacio libre para sus dos hijos. Así que nos pusimos manos a la obra para crear un diseño que encajara con el resto de la vivienda.
El resultado es un atractivo patio, en el que predomina la calida y confortable madera de iroko. Con la misma madera montamos una pérgola para dar intimidad y protección, que al mismo tiempo, refuerza el atractivo del patio.